La actividad se inicio con la llegada de Tutankamon
al aula, el cuál nos dejó un jeroglífico que hacía referencia a un tesoro
oculto en el patio del colegio.
Escenificamos el patio del recreo con un río
muy largo llamado Nilo , hipopótamos y cocodrilos, Convertidos en arqueólogos,
atravesamos el caluroso desierto y llegamos a un oasis dónde encontramos el
tesoro: una careta de tutankamon que decoramos con bolígrafos dorados de
purpurina.
La tarea se fue complicando porque el
entusiasmo de los niños/as así lo demandaba, así que cada niño preparó un
aspecto importante de aquella civilización con ayuda de la familia y lo explicó
al grupo usando como soporte la pizarra digital. Toda la información se
recopiló en forma de libro. Nos dimos cuenta de que Egipto estaba de actualidad
y vimos en un periódico digital que unos arqueólogos españoles estaban casi
seguros de haber encontrado la tumba de Nefertitis, la madrastra de
Tutankamón, el faraón niño. Para terminar invitamos a unos arqueólogos
para que nos explicará cuál es su trabajo, las herramientas que usaban en las
excavaciones y los descubrimientos del Antiguo Egipto.
Fue una experiencia muy gratificante que los
alumnos/as no olvidarán